Examen
del ojo
Obsérvense los siguientes datos: estado de las cejas, forma de los ojos,
dimensión e irregularidades de las pupilas, posición del
globo ocular y estado de esclerótica y conjuntiva, movimientos extraoculares,
movimientos bruscos (nistagmos) la incapacidad
para la convergencia, la caída de los parpados y los movimientos asincrónicos o
limitados de uno o ambos ojos. Las pupilas irregulares o fijas de la sífilis
avanzada. Las pupilas puntiforme de la intoxicación por la morfina, o la
asimetría del globo ocular, tumores maxilares o retroorbitarios.
Examen
de oído
El oído externo se explora como parte del examen general
de la piel de cabeza y cuello.
La audición se prueba fácilmente frotando las puntas del
pulgar y del índice juntas muy cerca de la oreja. Luego se examinan con el
otoscopio los conductos auditivos externos y los tímpanos también la
implantación del pabellón auricular.
Examen de la nariz
Obsérvense su contorno y simetría. Con los dedos se
inclina la cabeza del paciente ligeramente hacia atrás y se procede a la
inspección de ventanas nasales mediante una luz. Se observa el tabique por
transiluminacion, proyectando la luz dentro de una ventana y observando por la
otra. Vigílese con particular cuidado si hay perforación o desviación del
tabique.
Se determina la permeabilidad de cada ventana nasal
haciendo que el paciente respire por la
nariz mientras se comprime
alternativamente cada una de las ventanas. Mediante especulo nasal se puede
efectuar una inspección más detallada de
la nariz.
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